El vengador de los pájaros 3.-
Nuevamente se escuchó la voz del padre, en un tono más fuerte, el tono que presagiaba al reto y al castigo.
- Juancito... qué pasó.
El niño soltó un suspiro ahogado y se encongió aún más de hombros.
- El gato le marcó la mano Papá, quiso defender a los pajaritos, pero nu pudo. Yo llegué tarde, pero creo que le alcancé a pegar - dijo Pablo.
La mano pequeña del niño mostraba un rayón profundo del cual comenzaba a brotar sangre.
- Andá adentro, que tu madre te cure, andá - le dijo con resignación.
El hombre puso sus manos en la cintura y sonrió viendo las jaulas volteadas por el piso.
- ¿Así que tu hermano se enfrentó al gato ése Pablo?
- Sí Papá, lo quiso agarrar del cuello y el gato lo arañó.
Sonrió y se volvió hacia los otros hombres.
- Tenés un héroe en la familia Jorge ¿eh?
- Un valiente - dijo otro.
- Sí, un suicida, mirá que querer tomar a un gato del cuello.
- ¿Y qué vas a hacer con ése gato? ¿De qué vecino es?
- De nadie, es un vagabundo, lo que tengo que hacer es no tener más pájaros, no sabés lo que me costaron.
- Bueno, bueno ya pasó hombre, y si nos tomamos un café y lo olvidamos, después de todo vinimos a ver ese auto que no anda ¿no?
- Tenés razón, vamos al comedor.
Pablo comenzaba a recuperar sus colores en el rostro cuando Juancito volvió al patio con los ojitos húmedos, pero sonriendo.
- Gracias flaco.
El otro levantó las jaulas y sonrió apenas. Habían mentido y no sabían como podía terminar todo.
- Por nada... "gordito vengador". Si Papá nos descubre nos va a...
El niño abrió grande los ojos y miró hacia el cielo. Su hermano lo imitó.
A lo lejos, se escuchaba el trinar feliz, de un pájaro libre...
FIN
Espero queridos lectores que el relato les haya gustado. Mañana, Dios mediante, pondré a su consideración otro relato... Gracias por estar ahí... del otro lado.
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