Digna despedida de un hombre del Oeste
Hola a
todos.
Corría
el año 1969 y la meca del cine toma una gran novela del Oeste para hacerle una
adaptación. La novela se llama True Grit y es de un hombre simple, un escritor
que fue buscando su camino hasta que lo encontró en relatos de aquella epopeya
que forjó una nación y que también, a su manera influyó en el mundo… El
escritor se llamaba Charles McColl Portis.
Había
nacido en una familia de cultura media a baja. Los Portis no odiaban los libros
o la lectura, pero más bien preferían las charlas… interminables, salpicadas de
anécdotas graciosas y otras tristes. El perfil de un futuro narrador de
historias se fue forjando sin duda, en aquellas tertulias familiares.
Peleó en
la Guerra de Corea y llegó a graduarse como sargento. Al regresar a su país
ingresó en la Universidad para graduarse en periodismo allá por el 1958.
Logró
trabajar para varios periódicos donde fue conociendo variedad de personajes, de
la cultura americana. Llegó a trabajar en Londres como jefe de redacción de uno
de los periódicos y abandonó el periodismo en 1964.
Regresó
a su Arkansas natal, para escribir ficción, inspirado en su experiencia. Su
primera novela Norwood le dio algo de éxito e impulso para True grit, la historia de una joven de 14 años
en el Oeste de 1870, que busca justicia por la muerte de su padre a manos de
unos forajidos.
Antes de
seguir voy a resaltar un poco a los personajes que este maestro y gran
conocedor de los tipos humanos nos mostró en esta historia.
Por un
lado está Mattie
Ross, una jovencita de solo 14 años que descubre ella sola que no
puede quedarse con los brazos cruzados, esperando que la primitiva justicia de
aquellos años, encuentre, enjuicie y condene al responsable por la muerte de su
padre y por eso decide contratar a alguien probo, el alguacil Reuben J. Rooster Cogburn que ha sido regañado por el juez por un… “excesivo uso de la
fuerza mortal” a la hora de detener a fugitivos…
Cogburn es tuerto, es decir ha perdido su
ojo en acción, una que quizás ya ni recuerda. es alcohólico, y vive con un gato, el General Lee, pero es un hombre
con agallas como lo califica la muchacha, que a menudo usa proverbios o citas
de la Biblia para justificar su modo de pensar.
No les
cuento más… por si quieren buscar el libro y leérselo.
La
novela también significó un éxito y Hollywood puso sus ojos en ella para una
digna adaptación.
El
género western estaba ya en declive. El mundo, estaba concentrado en la
conquista espacial que por aquellos años acumulaba varios hitos; ya en 1968 se
habían lanzado tres misiones hacia la Luna, preparando a los científicos y
técnicos para alcanzarla, hecho que sucedería en julio del 69 con el mítico
Apollo 11.
Un
género que hablaba de cabalgatas interminables, odios y peleas por la tierra,
por el oro o solo por la supervivencia parecía estar tan lejano como las fechas
o los hechos a los que hacía mención.
Hollywood
necesitaba a… ¿Cómo lo diría un argentino? ¡Un goleador de media cancha! Y ese
era el señor John Wayne, cowboy por excelencia…
Y el resultado fue… ¡un completo éxito! Tanto… que le proporcionó a
Wayne, el único Oscar de su carrera…
Leí por
ahí que el actor dijo: “Si hubiera sabido que por ponerme un parche en el ojo
me iban a dar un Oscar, me lo hubiera puesto hace muchos años”
Aprovecharon
el éxito y se hizo una especie de secuela, donde Wayne interpretó al mismo
personaje, en un contexto similar… con sus variantes; cosas de Hollywood. Lo acompañó en esta
oportunidad la gran actriz, ya, entrada en años Katherine Hepburn que hizo una
gran actuación. Los memoriosos dirán que es una mezcla que sabe a refrito: a la
Reina Africana, donde la actriz convence a un lobo solitario, allí el gran Bogart,
de una aventura temeraria que tiene lugar en un río, que desemboca en el océano.
Aquí el gran personaje es un río de montaña con sus rápidos, una balsa con
dinamita y una ametralladora gatling…
La película tuvo diferentes nombres en muchos países, el título con el que
la conocí y quiero quedarme es El rifle y la Biblia; entretiene, contiene
momentos donde los actores se lucen y en general cumple.
Años después, Hollywood decidió apostar por la fórmula probada y se hizo
una remake de True grit allá por los años 2010, con un digno Jeff Bridges en el
papel del alguacil y la película volvió a ser un éxito.
Pero, cuando muchos la elogiaban, pocos recordaban que el iniciador había
sido un tal Charles Portis, con su novela allá por el año de 1968.
Muchos críticos vieron en él, en su estilo una forma de… oscuridad
literaria.
Nunca lo sabremos porque como todos los grandes, un día de Febrero de 2020 se fue y nos dejó
huérfanos de historias… de heroínas de 14 años que buscan justicia, o de hombres con agallas, que disparan con ambas manos mientras sostienen las riendas de su caballo con los dientes...
Wayne, El duque, hizo El rifle y la Biblia y no filmó más... un cáncer se lo llevó en el 1979. Por eso el título de digna despedida de un hombre del Oeste...
Esto ha sido todo por hoy. Y tú Lector incansable… ¿conocías la película,
pero no sabías nada de la novela, ni de su autor? Déjame saber que te pareció esta evocación a
un género que se niega a morir, aunque le tiendan embocadas los efectos
especiales, las malas actuaciones y todo los etcéteras del cine moderno… o
modernizado.
Nos vemos, si Dios así lo quiere el próximo jueves y… ¡Nunca dejen de leer!
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