Regreso a mi blog

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí en este blog.

Recordé algunos momentos muy intensos en los que pensaba compartir mis escritos con mis lectores.

Quisiera compartir con los que sacrifiquen parte de su tiempo en leer esta bitácora, un par de humildes reflexiones. Como escritor, he conocido varios registros; he escrito poesía, de la cual tengo el grato recuerdo de un pequeño libro publicado, “Versos sencillos” y ahora aventura y misterio.

Para escribir, hay que leer y mucho decía más o menos, el gran maestro del terror Stephen King, un escritor que puede o no gustarte en los temas que aborda, pero al que hay que reconocerle que es un triunfador sin lugar a dudas. Busqué conferencias de él, desde el clásico tópico de los consejos a los que se inician en el oficio hasta anécdotas y charlas con otros escritores y me sorprendió y maravilló al mismo tiempo, el gran ser humano, digno de conocer. Se los recomiendo.

Leer. Puede parecer sencillo, pero en la práctica es más complicado. Así fue que mis pasos me llevaron a comprar un libro policial con el cual me llevé un chasco… enorme.

No voy a decir el título para no perjudicar al autor, pero si contarles que en las cinco primeras páginas me topé con la descripción de un encuentro sexual entre dos hombres con pelos y señales… lo cual me produjo un gran rechazo. Había una referencia a un disparador de misterio; el protagonista que narraba en primera persona el texto se despertaba con un cadáver a su lado y no recordaba nada hasta que… los recuerdos comenzaban a aflorar… uno, más descriptivo que otro. Antes de preocuparme por el estado de la literatura noir o policial, me puse a la tarea de devolver el libro y cambiar de temática. Recuerdo que el día que lo compré había estado a punto de llevarme al autor de El silencio de los corderos… con una historia que muchos decían que no era de mucha calidad… así que, para no repetir el error por las dudas, cambié de temática… Tal vez les cuente de qué se trata.

Pero volvamos a mi odisea…

A la noche, quizás cuando el deseo de leer o de irse a la cama con una buena historia nos ataca con más intensidad me topé con el primer capítulo de Dexter, una vieja serie sobre un asesino serial que mata a otros asesinos seriales que por una u otra razón han eludido a la Justicia.

Recordé que había leído por ahí que Dexter estaba basado en un caso real… lo busqué y lo encontré: Pedro Rodrigues Filho más conocido como Pedrinho Matador, un auténtico asesino serial brasilero que llegó a matar a más de 100 asesinos.

Este caso también es mencionado en una serie llamada Master Crimes donde una psico-criminóloga llamada Louise Arbus es llamada a colaborar con la policía local en la resolución de crímenes. Lo llamativo de esta mujer es que lleva a los alumnos de su cátedra para que la ayuden con las investigaciones.

¿Y qué pasó con la literatura policial?

Tengo otra anécdota de la que fui salvado antes de… cometer otro error.

En mis continuos paseos obligatorios, por el centro de mi ciudad pude ver en una tienda de libros usados, un título: En un hotel de Malmo de la autora sueca Marie Bennet.

Busqué referencias al libro, reseñas, etcétera y me topé con algo que se los resumo así: un hombre es reclutado a la fuerza para ir a la guerra y abandona su casa y su esposa. Sufre mil penurias en el frente de parte de los oficiales de su mismo ejército y mientras tanto su mujer, encuentra apoyo económico y humano, en una mujer acaudalada, tanto… que, cuando el marido regresa de la guerra debe explicarle, de alguna manera, una historia de amor… prohibido que nació entre ella y esa mujer… Podré parecer… algo fóbico y ustedes saben a qué… pero me pregunto: ¿No había hombres? ¿Todos estaban en el frente de guerra luchando? La protagonista no encuentra el amor o lo ha perdido entonces: ¿debe buscarlo en una persona del mismo sexo? No sé ustedes, pero me parece algo forzada la inclusión de esta temática sexual…   
¿Sirve de algo esta reflexión? Quizás para nada. El título está calificado como un bestseller por su editorial.

Y una web de reseñas me salvó esa vez, de la molesta situación que significa, tener que regresar a la librería… a devolver el libro… En el caso de sea posible…

Por lo pronto, sigo a la caza de un autor que presente un enigma, un crimen y sus influencias hayan sido, el grande de Hammet o Elmore Leonard, entre otros.

Nos vemos en la próxima.



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