Regreso a mi blog 2
Y es que quizás la
información que proporcioné en mi anterior post no estuvo completa. ¿La emoción
de regresar?
La opinión que vertí
sobre la primera novela con la que tuve el… desencuentro se llama…
Creo que tengo un
problema de Daniel Aleman.
La segunda novela es En un hotel de Malmo de Maire Bennett
Y si algunos se están preguntando sobre el libro fuera de la temática de la novela negra es: Tu mente es mágica de James Doty
Recordando las épocas en
que era un lector selectivo, (no confundir con ávido, aunque en ciertos términos
también lo era9, recordé un par de novelas: Fachada de John Grisham
y El eco negro de Connolly.
En la primera, un abogado
novato es reclutado por un prestigioso bufete de abogados ofreciéndole la
oportunidad de su vida. Alguna vez existió el Sueño Americano y quizás, en el
interior de muchas personas de bien, aún continue vivo. Lo que se presenta ante este abogado novato es
más bien el sueño de todo hombre de leyes; le consiguen una casa para que viva
allí con su joven esposa y hasta un BMW para que se movilice. Pero aquel sueño hecho realidad se convierte
en una pesadilla cuando descubre que el bufete esconde decenas por no decir,
miles de cosas turbias. Es más; todos trabajan para una familia mafiosa, algo
así como los Fratelli de la película Los goonies pero mucho más auténticos y
terribles.
Descubre que sus
antecesores no murieron en un accidente si no, más bien en un atentado, porque
semanas atrás habían barajado la posibilidad de delatar a la firma con el FBI.
Y lo peor: lo habían dicho en voz baja durante una conversación.
Escuchas ilegales,
chantaje, invasión de la privacidad y hasta asesinato eran las verdaderas
cartas con las que jugaban sus jefes.
Grisham retrató el mundo
de los abogados de alto nivel con una gran precisión. Tal vez el final no es,
uno de los mejores, pero me pareció un gran libro.
¿Mi modesta opinión sobre
otros libros de Grisham? Paciencia lector incansable. Ya volveremos sobre él.
Pasaron un par de años
hasta que me decidí por El eco negro de Connolly.
Lo veía desfallecer en
los estantes de mi kiosquero de confianza, como se decía hace muchos años y
quise darle una oportunidad. Y no me defraudó…
Aquí tenemos la figura
clásica del detective, esta vez trabajando para la policía local. Hieronymus
Harry Bosch, un policía caído en desgracia luego de una investigación de
Asuntos Internos.
Todo comienza cuando Bosch
y su compañero deben acudir a una escena de un crimen. El policía termina
reconociendo a la víctima; Billy Meadows, porque combatieron en la misma unidad
en Vietnam. Desde entonces no puede ver la escena del crimen con los mismos
ojos, porque sus propios fantasmas lo persiguen.
Connolly entrecruza con
gran maestría dos grandes catástrofes sociales; iba a decir hechos, pero creo
que la palabra catástrofe lo pinta mejor, Vietnam, la guerra perdida y el
sórdido mundo de los adictos.
Cuando comencé a leerla,
me sorprendió lo bien, por no decir excelente la forma en que este autor había descripto la
ciudad y sus suburbios y la psicología de sus personajes, además de la historia.
No desvelo más de la trama, ni el final para quienes no la hayan leído todavía.
Las
escenas de los tiroteos, o de la entrevista con un ex general vietnamita van a
persistir en las retinas de ti, lector.
Ahora estoy a la “caza” de una novela de James Paterson que pudo ser mi maestro... de manera literal. En fin, algún día revelaré la simple anécdota. Spoiler: no esperen mucho, es muy simple.
¿Nos vemos en la próxima entrada? ¿Otro spoiler? Será el próximo jueves.
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