Hola a todos.
Espero
que estas alturas estén todos, congelando sus agendas y múltiples compromisos
porque están esperando mi post semanal… ¿qué no? Vaya hombre, que desilusión
más desilusionada.
Un poco
de humor absurdo para intentar romper el hielo en una semana que a jueves, está
casi por terminarse y que está matizada con noticias a nivel internacional
pocas veces vistas. El 7 de mayo en el Vaticano comenzó el cónclave para elegir
al sucesor del Papa Francisco I.
Vinieron
a mis recuerdos dos grandes títulos de la literatura: Las sandalias del
pescador de Morris West.
Y Cónclave de Robert Harris.
Más de
uno habrá pensado en El código Da Vinci de Dan Brown o mejor, en Ángeles y demonios del
mismo autor.
Antes
que el bueno de Dan Brown se hiciera con un tema tan codiciado por cualquier
escritor de bestsellers hubo uno, un autor australiano que ya había tocado el
tema y con bastante éxito, el señor Morris West.
De este autor me leí El navegante, una novela de un profesor universitario que se hace a la mar en un barco para probar una teoría suya y no se le ocurre mejor idea que llevar como tripulación a varios de sus estudiantes universitarios. ¿Qué podría malir sal?
Y sale. Los sorprende una terrible tormenta que los hace naufragar en una isla donde deben sobrevivir a costa de su ingenio.
Leí El
navegante con la idea de leer algo más de este autor. Ya había llegado a mis
manos un extracto de La salamandra y quería profundizar en la prosa y en el
estilo.
Descubrí
que el señor West había estado muchos años como novicio y cuando estaba a punto
de tomar los hábitos estalló la Segunda Guerra Mundial y Morris dejó todo para
ir a pelear contra los japoneses. Otros dicen que mucho antes tenía una fuerte
crisis de fe por lo que estaba a punto de hacer y la guerra fue solo una
excusa.
El
navegante me parece una novela interesante pero algo larga, es como si la idea
que nos quiso comunicar se hubiera diluido en medio de tanta agua, en medio del
mismo océano Pacífico.
No leí
Las sandalias del pescador pero en su defensa puedo decir que fue llevada al
cine con el protagónico de Anthony Quinn en uno de sus mejores papeles. Como
curiosidad les digo que la novela habla de un sacerdote que viene del Este,
concretamente de lo que en aquellos tiempos se decía La Cortina de Hierro. Personifica
a un obispo ucraniano condenado a trabajos forzados en una prisión soviética. Es
liberado en forma sorpresiva y enviado al Vaticano como asesor. Luego es
nombrado cardenal por el papa actual. Cuando este muere terminada siendo
papable, es decir un posible candidato y tras desacuerdos y un acuerdo final es
elegido que asume como Cirilo I.
¿Hablábamos de las curiosidades? La novela fue publicada en 1963 y el Concilio Vaticano II fue en 1962 al 1965. Muchos años después, en 1978, un cardenal que venía de lugares… símiles al personaje ficticio que encarnara Anthony Quinn, de Polonia, fue elegido papa, el cardenal Carol Wojtila, que asumiría como Juan Pablo II. La novela Las sandalias del pescador de Morris West se convirtió en profética…
Pero no
todo es sotanas y cantos gregorianos… un 9 de mayo se celebra el triunfo sobre
el nazismo. Como mi blog habla de libros, viene a mi cabeza un libro pequeño
que al terminarlo me dejó ganas de más; Lucharon por su patria de Mijail
Shólojov.
El libro
cuenta las viscisitudes de un grupo de soldados soviéticos que se retira hacia el
interior de la sufrida Unión Soviética mientras son hostigados por los
bombardeos de la Luftwafe y las tropas alemanas. La escena donde uno de los
francotiradores derriba a un caza alemán es increíble.
Luego de muchos años pude ver una película soviética que refleja la novela y la misma escena está a la altura de la prosa de Shólojov.
Que buenas recomendaciones de libros y obras. Acá en Brasil no está fresco camo ahí, pero bueno es muy tropical. Yo miré Cónclave y es una buena película. Un abrazo grande amigo. Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias Diego por pasarte por el blog!
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