Hola a todos.
Hoy les
quiero hablar de una novela que en su momento me sorprendió por la forma en que
había logrado contar una historia, en apariencia sencilla, pero que tenía,
bastantes giros en su trama. La novela en cuestión es: Esta noche digo adiós
de Michael Koryta.
Aquí un
detective privado debe investigar la desaparición de una mujer y su pequeña
hija. Su esposo, el investigador privado Wayne Weston se ha suicidado y todo
gira en un terrible y desconcertante misterio. Lincoln Perry y su compañero y
socio son contratados por el padre de Weston, un duro ex combatiente de la
Segunda Guerra para encontrarlas si todavía es posible y averiguar qué pudo
pasar con su hijo. Los sabuesos descubren una especie de diario de la niña
donde hay una preocupante frase: «Esta noche digo adiós…»
Por esta
novela que fue la primera en su lista de obras, ganó un premio en 2005, el de
Mejor Primera Novela entregado por la Private Eye Writers of América.
Lincoln
Perry y su socio regresarían en varias novelas más como El lamento de las
sirenas, o Una tumba acogedora.
Varias
cosas se han dicho de Esta noche digo adiós.
Una, que
por ser una primera obra de un autor, no se explica tanto alago para el autor
que ganó un gran premio con ella.
Dos, que
quizás tenga algunas partes un poco predecibles, sin muchos giros.
Yo puedo
decir, que disfruté bastante de la novela y que hubo instantes en que, si uno
cerraba los ojos, podía ver la escena por lo bien que estaba descripta. En
última instancia, ustedes son los únicos que pueden leerla y decidir, cual es
su mejor impresión…
La otra
novela que leí tratando de descubrir entre sus frases la gran receta de un
bestsellers fue El informe Pelícano, de John Grisham.
Había
visto la película y quería saber qué diferencias había con el libro, si
Hollywood había sacrificado escenas con el deseo de hacer algo mucho más
entretenido por ejemplo. La comparación era inevitable. Así que busqué el libro
en las mesas de saldos, donde solemos comprar los pobres… y lo encontré.
El libro
es bastante entretenido… como dicen los españoles: “No para tirar cohetes… pero”
y nacido de la pluma de Grisham, su final, no es trepidante, ni mucho menos.
La
película por ejemplo pareció catapultar a otro nivel de éxito a la señora Julia
Roberts solamente ya que su compañero protagónico, Denzel Washinton tardaría un
par largo de años en conseguir otra película y el director, Alan Pakula
dirigiría solo una película más y no fue de las más recordadas de su factura.
Para resumir:
Esta noche digo adiós de Michael Korita se disfruta; yo la recomiendo.
El
informe Pelícano… quizás tenga un pequeño problema y es que… ¿sería posible
para una estudiante de derecho, descubrir una conspiración criminal que ya ha
matado a dos jueces de la Suprema Corte con solo escudriñar archivos de leyes? ¿Acaso
esta gente no tiene una central de inteligencia experta en descubrir cosas…
ocultas a la vista de cualquiera? Ni que hablar de la otra agencia que se ocupa
de sus criminales internos, la llamada F.B.I.
Si bien,
los presidentes proponen a hombres de su confianza para esos altos cargos, pero
pienso que ocultar dos muertes muy importantes como la de dos jueces, es otra
cosa…
El impulso
que la película le dio a la novela fue meteórico. La copia en rústica que tengo
de la novela tiene como portada un afiche de la película… No vaya a ser que no
nos demos cuenta de que estamos ante un libro en el que se basó un gol de Hollywood.
Perdón, un hit, o mejor dicho un touchdown.
Eso es todo por hoy lectores incansables. ¿Qué les pareció mi idea de empezar el post con una imagen de una linda mujer, que además, tenía mucho que ver con la publicación? ¿Lo adivinaron antes de seguir leyendo? Comenten, sugieran y por favor... ¡Nunca dejen de leer! Nos vemos el próximo jueves... si Dios así lo quiere... ¡Bendiciones para todos!
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