Un mito con pies de barro
Hola a
todos.
Agosto
transcurre con días calurosos de 28 grados, que queman como en verano, y tardes
con vientos helados que obligan a cubrirse la garganta. Un día indeterminado,
una compañera de trabajo de nombre Mariana X., me acercó un libro que había
tomado al azar de su biblioteca: El capitán y el enemigo del señor… Graham Greene.
Me sorprendí, me maravillé y… me aboqué a la tarea de leerla.
Conocía
a este autor por un cuento que fue publicado en un suplemento cultural del
diario La Nación y que aprovecho para decir y recalcar; injustamente
descontinuado o cancelado, porque era muy bueno. Aún recuerdo la evocación que
hicieron de mi maestro Jack London donde mostraban una fotografía en la
que estaba rodeado por soldados japoneses que examinaban sus credenciales en
algún punto fronterizo de Manchuria, cuando cubría la Guerra Ruso Japonesa de 1904.
Volvamos
a Greene. Alguna vez el gran actor Peter Ustinov llegó a decir que la
educación inglesa era la mejor del mundo si… podías sobrevivir a ella… Un joven
Graham lo vivió en carne propia en un internado donde sufrió violencia
psicológica que llamamos bullying hasta el punto de llevarlo a intentar suicidarse
varias veces… necesito de terapia por varios meses y así pudo volver al
colegio, pero no a un internado. De aquella terrible época le quedaría una
marcada tendencia a la depresión… Logró completar una educación superior y se
licenció en historia. Trabajó como periodista y comenzó su carrera como
novelista allá por el año 1929 con un título, Historia de una cobardía.
La buena recepción le permitió dedicarse al periodismo por entero y soñar con
el éxito de otros textos que ya no pudo lograr… Dos libros, dos novelas siguientes
fueron un gran fracaso.
Los
viajes continuos, las polémicas por sus críticas de películas, y su extraña
relación con la religión serían una constante en su vida. Trabajó para el MI6,
el servicio de espionaje exterior británico donde terminó de conocer y
catalogar tipos humanos que aparecerían en sus historias. Justamente en esta
novela, El capitán y el enemigo, la última que publicaría en vida se sugiere
que la profesión de escritor es más tranquila y segura. ¿Así sucedió con él
mismo? ¿Novelista obligado por la búsqueda de una profesión que le reportara
más seguridad?
Aquí Greene nos cuenta la historia de un joven de 12 años, que es rescatado de un internado donde él mismo se veía como un amalecita… por un hombre que afirma ser amigo de su padre. Lo de los amalecitas me parece una magnífica metáfora. Abrimos un pequeño paréntesis para explicar el sentido que el autor le da a este término. Los amalecitas fueron una tribu que tuvieron la mala idea de negarles apoyo a los israelitas en su camino hacia la Tierra Prometida por su Dios. En un momento determinado cuando ya están establecidos, uno de los profetas recibe la orden, lo que hoy sería un mensaje canalizado, de que los ejércitos de Israel debían ir donde aquella tribu y exterminarlos… Para ti Lector incansable que siempre buscas referencias, en la película Rey David, con el actor Richard Gere, está la escena, incluida la reprimenda del profeta al por entonces rey Saúl porque este usa aquella orden de su Dios, según su conveniencia. Conserva a las mujeres… a los mejores ganados vacunos y bovinos para los jefes de su ejército, etc.
Regresemos
a la novela. Víctor, huérfano de madre es sacado del internado con un ardid un
tanto extraño por un hombre que se hace llamar el Capitán y que lo lleva a una
casa, que en realidad es un sótano, con una señora llamada Liza, para que lo
cuide. En realidad busca que la mujer sepa lo que se siente ser madre cuidando
del niño. Niño, mujer y hombre se convierten en una especie de extraña familia.
Toda la situación es de lo más extraña y complicada de entender. Hay que
mencionar que el niño se refiere a su propio padre verdadero como El Diablo… ¿Y
tú te creías que habías tenido un padre complicado Lector incansable?
Víctor,
que busca llamarse Jim, encuentra en estos extraños personajes, a lo más
parecido a una madre y un padre y también un poco de cariño. Eleva al Capitán
al nivel de mito, que un día se termina desmoronando… como lo decía al
principio de la publicación: Un mito con pies de barro porque si Greene va a
usar metáforas religiosas, yo no me le quedo atrás ¿eh?
Un gran
capítulo de la novela es cuando Víctor, ya grande decide ir a visitar al
Capitán que ahora se hace llamar por otro nombre a la lejana Panamá, en tiempos
de gran agitación.
No
quiero arruinarles el placer de leerla así que… hasta acá llegan mis humildes
spoilers…
¿Mi
opinión honesta?
Hablar de
un novelista como Graham Greene y decir: «No me gustó la novela por tal… o
cual» equivale a meterse en un terreno complicado. Greene fue un gran
descifrador de tipos humanos y tuvo momentos de gloria, por ejemplo cuando casi
todas sus novelas terminaron siendo adaptadas al cine. Recordemos que eso le da
a un autor un prestigio muy grande…
La
novela tiene momentos poco creíbles como el hecho de casi secuestrar a un niño
para calmar el instinto materno de Liza que ha sido maltratado, primero por el padre
de Víctor, del cual se hizo un aborto que salió terriblemente mal y también en
cierto modo por el Capitán que fue el último de sus amantes.
Luego
está la ambigüedad con la que es tratada la legalidad de los actos del Capitán.
¿Por qué nadie le dice al niño: ¡este hombre es un delincuente de guante
blanco! y ya? ¿Acaso la siempre y clásica flema británica les impide hablar con
claridad, en forma directa?
Imagínense
que sus padres le dicen que no pueden ver o frecuentar a un «amiguito» del
barrio… Cuando ustedes preguntan: «¿por qué padre?» Ellos responden: «verás
hijo querido… las actividades que desempeña vuestro presunto amigo y camarada
no son bien vistas ante los ojos de las autoridades… y no quiero que se manche
tu buen nombre y estima que te serán de gran prioridad cuando tengas que buscar
algún trabajo…»
Es más
sencillo decir: ¡Porque es un delincuente y no quiero que termines igual que
él, o porque que dime con quién andas y te diré quién eres! Y frases que todos hemos escuchado de nuestros padres o abuelos.
No es el
mejor título de Greene, pero igual se puede pasar un par de tardes entretenido
con él, apreciando algunos puntos de vista o no, cerrando los ojos para imaginarse
a unos caballeros ingleses tomando un vaso de gin and tónica o de ginebra en sus
exclusivos clubes. El retrato que hace del Panamá de aquella época es bastante
exacto y es muy probable que el propio autor haya estado en aquellas latitudes
poniendo sus ojos en lugares estratégicos para los intereses británicos…
No me imagino a Greene con un manipulador telegráfico enviando mensajes en clave desde su radio camuflada de espía. Tal vez, todo lo hacía ante los ojos de todos, como un periodista más… como un turista distinguido más, tal vez hasta con sombrero de bombín e impecables zapatos lustrados.
Y tú Lector incansable… ¿has leído a este autor? ¿te han deslumbrado otros títulos de él como Nuestro hombre en la Habana, o El tercer hombre? ¿Lo asocias más, al cine clásico que a la literatura moderna?
Y eso es todo por hoy… los
espero en los comentarios y también la semana que viene si Dios así lo quiere
con otra publicación mostrando mis humildes puntos de vista sobre novelas y
autores, autores y sus hijos, los libros… y por favor… ¡Nunca dejen de leer!
Hola...si de miserias humanas hablamos nada nuevo hay bajo el sol...
ResponderEliminarMuy interesantes las novelas propuestas,no he leído sus letras...
Siempre algunos humanos disfrutamos el dolor ajeno....nada nuevo bajo el sol...
Excelente tu análisis...
Hasta la próxima...