Queridos lectores!! aquí estoy de vuelta gracias a Dios y a sus caminos misteriosos que me hizo tomar las decisiones correctas para mejorar mi salud!
Después de un tiempo de recuperación intento volver a mi vida y a mis historias. Próximamente tendrán novedades... y nuevos relatos. Aquí les dejo la última parte del que quedó inconcluso por motivos de salud.
La última ciudad 7.-
¿Por qué ésa actitud? Le había conducido al lugar más fascinante que hubiera podido imaginar, el australiano sentía que tenía una deuda enorme con él. Tal vez, pensaba, el indio había terminado creyendo que con mostrarle los secretos que la selva había guardado por cientos de años a un extranjero, había traicionado a sus antepasados. Tal vez era eso. O no.
Los días pasaron y esa actitud del indio quedó grabada en el corazón del australiano como una molestia que sabía a traición, que dolía al recordar su mano franca extendida.
- ¿Estás seguro que ese indio no te dio ningún brebaje alucinógeno Peter? - dijo repentinamente a su espalda.
- Pero... ¿de qué hablas?
- Me contaste lo de ésa piedra circular, es magnífica ¿sabes?, diría que es casi un retrato de ese dios maya.
- ¿Qué pasa con la piedra?
- Es imposible que haya girado - dijo secamente.
- Yo la vi girar, debe pesar más de una tonelada, pero yo vi que lo hizo.
- Es imposible Peter, está labrada sobre un filón de piedra que está en medio de la selva, es una sola cosa con todo. Como sea es el descubrimiento arqueológico más importante en muchos años, en el Instituto estarán como locos cuando lo sepan y ya no podrán negarnos otra expedición, además... ¿Peter?
El australiano se había alejado a contemplar la selva con la mirada perdida en el horizonte. Tenía en los labios una palabra con sabor a misterio, el misterio más grande de su vida, que había despertado de lo más profundo de la selva y de los siglos para quedarse en sus ojos claros teñidos de verde.
- Yumbax... ¿dónde estás?
FIN
La historia de los 300 guerreros es verdad: abandonaron la ciudad maya de Tikal poco antes de la llegada de los españoles. También otras ciudades de otras culturas precolombinas tienen una anécdota similar para contar...
Espero les haya gustado... en breve, Dios mediante, pondré a consideración de ustedes, otro relato. ¡Hasta la próxima!
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