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Escribir... La escritura china es una de las más antiguas del mundo, como su cultura. Es ideográfica, es decir, que cada palabra poseía un signo diferente. En el dibujo de arriba, ven un interesante ejemplo. El signo final surge de la unión de tres signos que se detallan: La mano con el pincel, significa pintar. Dos líneas paralelas significan signos y finalmente la boca abierta, significa hablar. La suma de los tres signos da por resultado Pintar signos que hablan... es decir... escribir... Está extraído de un libro que fue muy importante para mi en mi adolescencia, marcó mis primeras lecturas y porque no decir, mi imaginación: Historia Antigua y Medieval de José C. Astolfi y sirve como introducción para uno de mis pequeños relatos que quiero compartir con ustedes mis lectores. Hace unos días les confesé que toda la vida no había sido Novelista. Hace relativamente poco tiempo descubrí una forma de relato muy interesante que se llama Microrelato, que es donde e...
¡Buenos días y Feliz Navidad para todo el mundo!       Este es el Blog del Novelista Empecinado, pero no siempre fui novelista... algunas veces fui un enamorado de las palabras con que con una rima, más o menos elegante, dicen los sentimientos que uno no se atreve a confesar; así es señoras y señores fui poeta o al menos lo intenté con todas las fuerzas de mi ser. Hasta publiqué un libro que algún día volverá a dar batalla con la preferencias de los lectores. Hoy, 25 de Diciembre en navidad, quisiera compartir con todos ustedes un poema que escribí hace unos años y que se titula, "Una Carta". A los que lo lean, dejen su comentario, por favor, porque es muy posible que de ésta manera comience a publicar relatos cortos que ustedes mis queridos lectores podrán leer, gratis. ¿Vamos por el poema? Una Carta Al Buen Niño Dios, una carta le he escrito, a pesar de los años, que ya no soy niño. Tu sonrisa he pedido, tu dulce voz, una m...
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Mi nombre es Ernesto Ignacio Cáceres. Y soy escritor. Escribo robando horas a mi trabajo, del cual todavía dependo económicamente... Escribo en mis ratos libres en los cuales sueño independizarme. Escribo en las noches cuando los jóvenes en vez de pensar, eligen no pensar y solo quieren divertirse. Escribo cada día y en los fines de semana, que otros usan para descansar. Escribo porque durante toda mi infancia me contaron historias de todo tipo, reales, increíbles, frustrantes y cómicas. Las historias tristes me marcaron. Las historias cómicas y las increíbles, me hicieron pensar que había algo más allá de la vida que llevamos... Más allá del dolor, Más allá del esfuerzo diario que a veces no alcanza. Más allá del destino en el que parece que todo está escrito. Escribo porque en el principio de mi adolescencia decidí escribir las historias que me habían contado desde que había nacido. Escribo... porque no puedo dejar de escribir. Un proverbio árabe dice...